30/10/09

Ya es oficial, ISO 27004 nueva norma vinculada a la medición

Paloma Llaneza, con gran alegría por ser en parte madre de la criatura nos anuncia que ya tenemos oficialmente una nueva norma dentro del marco ISO 27000.

La nueva norma, oficialmente denominada "Information technology -- Security techniques -- Information security management -- Measurement" viene a sofocar uno de los grandes abismos que existen en el proceso de construcción de un SGSI. Ya he comentado muchas veces que certificarse con ISO 27001 es establecer que las cosas se vigilan dentro de un marco de gestión y que existen procesos de mejora continua sobre el funcionamiento de las medidas de seguridad. Sin embargo, gestionar bien no implica tener buena seguridad. Obviamente ayuda mucho tener un marco de gestión y revisión continua pero es sólo una condición necesaria, no suficiente.

Esta nueva norma establece criterios para la medición del estado de la seguridad. Es aquí donde los datos y las evidencias deben poner al SGSI en su sitio. Es cuando los resultados nos proporcionan información sobre cual es la situación real de las medidas y si están o no funcionando de acuerdo a los objetivos planteados. Por eso es tan importante la publicación de esa norma. Es la única manera de valorar si tanta gestión de la seguridad está sirviendo para algo, y esos hechos avalados por resultados y datos concretos que se están midiendo.

Por tanto, un SGSI certificado y todo que no logre unos buenos resultados en sus indicadores será solo un adorno, dado que habrá una bonita gestión pero con ello no se estará logrando satisfacer los objetivos planteados.



Estas reflexiones ya las plantee de forma más extensa en el post SGSI virtuales en su momento. Os resumo lo que en aquel momento comentaba respecto a las métricas.

La medición debe servir para cuestionarnos continuamente en base a logs, datos y registros si las medidas de seguridad están funcionando bien. Hemos visto que es esencial establecer unos objetivos relevantes para la seguridad de la organización. Pues igual de crítico es establecer un buen conjunto de indicadores que sirvan para evidenciar que las cosas funcionan y podemos dormir tranquilos. Esta información, desde la perspectiva de la gestión, es la más crítica dado que es la base de la retroalimentación del sistema, los datos que se utilizan para hacer ajustes. Por tanto, debemos disponer de sensores de diferente naturaleza y con diferentes objetivos: medir la evolución de la ejecución del plan, valorar el rendimiento y funcionamiento de las medidas de seguridad, vigilar el entorno por si se vuelve más hostil y es necesario modificar la valoración de las amenazas, etc. Cuando se audita, al revisar el análisis de riesgos, mirar qué objetivos tiene el SGSI y en qué indicadores se basa ya te puedes hacer una idea de si tienes delante un SGSI real o virtual. ¿Por qué? Muy sencillo, si la información utilizada por las actividades de gestión es mala, la propia gestión es mala. Si las decisiones no están enfocando los verdaderos problemas y no se está vigilando lo que es importante, el ciclo PDCA da vueltas pero no aporta valor a la Organización. Tener un SGSI dando vueltas de mejora continua produce beneficios pero si quien tiene el timón del barco no sabe dónde tiene que ir, dificilmente podrá lograr llegar a puerto. Serán las incidencias que se vayan registrando las que nos pongan de manifiesto estos hechos pero de nuevo se reacciona en base a fallos, y esa no es la idea principal.

15/6/09

Estableciendo el rumbo de un SGSI

En el Blog del Observatorio de Seguridad del INTECO dejo varias reflexiones sobre qué son, cómo se definen y para qué sirven los indicadores y métricas dentro de la estructura de un SGSI. Podéis entrar a través del enlace "Estableciendo el rumbo de un SGSI".
Como complemento a lo dicho en él, hay unas sencillas reglas que debe cumplir una buena métrica:
  • Ser objetivas:Debe aportar un criterio de recogida de datos medible y objetivo, que no dependa de valoraciones subjetivas.

  • Ser fáciles de obtener:Los datos sencillos, simples de calcular y poco costosos de recoger son buenos candidatos a ser métricas. Al respecto, lo más sencillo es recurrir a datos proporcionados por herramientas o procesados de forma automatizada.

  • Expresables de forma numérica o porcentual. No deben estar basados en etiquetas cualitativas tales como "alto", "medio" o "bajo".
  • Expresable usando algún tipo de unidad de medida: Siempre deben estar vinculadas a algo tangible basado en escalas como el tiempo, número de defectos, a cuantías económicas.

  • Significativas: Toda buena métrica debe ser significativa, debe ser relevante para el hecho o circunstancia que se desea medir y debe aportar criterio. Una métrica que no aporta información no es una buena métrica y debe ser desechada.

22/5/09

Problemáticas de los proyectos de implantación de SGSI

Patricia Vanaclocha, de S2 Grupo tiene dos entradas excelentes que describen perfectamente la problemática que se plantea cuando uno se embarca en esto de construir un SGSI. Podéis leerlas en

20/4/09

Publicada ISO 27011:2008

Conforme vayan siendo publicadas, iré comentando algunas otras normas que van a empezar a ir viendo la luz como extensión del marco ISO 27000 relativo a la seguridad de la información.

Los proyectos en proceso y publicados por el Subcomité 27 se pueden consultar en el siguiente enlace.

El pasado mes de diciembre vió la luz la norma ISO 27011:2008 que es un desarrollo del marco de controles ISO 27002 diseñado específicamente para el sector de las telecomunicaciones. El título de esta nueva norma es Information technology - Security techniques - Information security management guidelines for telecommunications organizations based on ISO/IEC 27002.

ISO 27011:2008 como la norma ISO 27799:2008 desarrollada para el sector sanitario son extensiones de la norma ISO 27002:2005 contemplada como un catálogo básico de controles que puede ser utilizado para implantar un SGSI. Tal como establece la norma ISO 27001:2005, a la hora de seleccionar controles se pueden elegir aquellos que figuran como Anexo A y que se corresponden con ISO 27002 o bien aquellos controles que la organización entienda que pueden ser interesantes o de aplicación. Por tanto, vamos a ir viendo aparecer normas de seguridad que son extensiones a medida de los diferentes sectores que están intentando establecer un conjunto de medidas de seguridad acordes con sus necesidades específicas.

7/3/09

SGSI virtuales

La proliferación de subvenciones y la motivación que proporciona el coleccionar certificaciones a nivel de organizaciones está generando un pequeño "boom" dentro del mundillo de la seguridad de la información y en concreto, la certificación bajo la norma ISO 27001:2005.

Esto que en teoría es viento favorable y debería generar cada vez más concienciación y producir mejoras en la gestión puede entrar en un círculo vicioso nada deseable. Por parte de las consultoras siempre se comenta que lograr la certificación es el premio al buen trabajo y el esfuerzo realizado en materia de seguridad. Sin embargo, se empieza ya a detectar una tendencia algo más peligrosa que es cuando el esfuerzo se dirige exclusivamente a lograr la medalla tratando de pasar la auditoría de certificación de cualquier forma, aun cuando ello no suponga disponer de una verdadera "gestión de la seguridad de la información".

Quiero comentar qué cosas son imprescindibles para que una organización tenga un SGSI real, y no uno virtual y certificado.

  • Primero: Es necesario tener claro cuales son nuestros objetivos de seguridad. Cada organización tiene un por qué en relación a sus necesidades de seguridad. Esta información se obtiene en la fase de análisis de riesgos, donde por cada proceso debemos pensar qué consecuencias puede tener la inseguridad. De esta forma hallamos qué es lo que tiene valor para la organización, atendiendo a requisitos de disponibilidad, integridad y confidencialidad. Obtener estos requisitos es también el por qué es necesario hacer el análisis de riesgos.


  • Segundo: Definir los objetivos que el SGSI debe perseguir. Una vez que acaba la fase de análisis de riesgos, conocemos cuales son los peligros potenciales que podrían generar mucho daño a la organización y por tanto, tenemos identificados todos aquellos eventos que bajo ningún concepto queremos que sucedan. El SGSI debe ser valorado y revisado al menos anualmente, para verificar que todo el esfuerzo que se está realizando en la materia se está logrando rentabilizar. Este concepto significa para el caso del SGSI que las medidas de seguridad funcionan y que los incidentes no visitan nuestra organización. Para ayudarnos en estas cuestiones es para lo que deben establecerse los objetivos del SGSI y sus correspondientes indicadores. ¿Cuantos son necesarios? Personalmente creo que los suficientes para valorar si todas las directrices dadas en la "Política de seguridad" se están cumpliendo. Cuantos más sensores del estado de la seguridad mejor, siempre que su gestión y mantenimiento sea algo llevable. A más información, más criterio para tomar decisiones. Los indicadores son una parte muy importante en el proceso de feedback que todo SGSI realiza para ajustarte a los objetivos planteados.


  • Tercero: Realizar el despliegue de medidas de seguridad para gestionar los riesgos y ejecutar el plan de tratamiento de riesgos que se haya planteado. Esta norma en esencia tiene como estrategia base de seguridad la prevención. El mérito de un buen SGSI es que evita daños. Por tanto, pervertir este funcionamiento elimina la esencia del beneficio que la gestión de la seguridad debe proporcionar a la organización. ¿Qué significa esto? Pues que no hay que hacer las cosas para superar la certificación sino para mitigar riesgos. Tengo la sensación de que muchos procedimientos se escriben para que queden bonitos el día de la auditoría pero en el fondo no está detrás la búsqueda de un buen mecanismo de eliminación de vulnerabilidades. El SGSI debe prevenir o detectar lo más tempranamente posible. De lo contrario, los daños se producen y aunque luego en la fase de revisión del sistema se pueden producir ajustes, el impacto ya se ha producido y la revisión sólo sirve para intentar no caer dos veces en la misma piedra.


  • Cuarto: Gestionar y monitorizar el funcionamiento de las medidas de seguridad. Una vez que el sistema está en marcha, la gestión de incidentes y de no conformidades son el nuevo pilar en el que se basa el SGSI. La mejora continua crea un proceso de retroalimentación que realiza los ajustes necesarios al funcionamiento establecido en base a detectar fallos que generan o bien acciones correctoras o bien acciones preventivas o bien sugerencias de mejora. El mantenimiento del SGSI se basará en solucionar las pegas del día a día y en la revisión del sistema que se realiza cada vuelta del ciclo donde se valoran también los resultados obtenidos en el seguimiento de indicadores y cumplimiento de objetivos.


  • Quinto: Formación y concienciación en la materia. Como me apunta "Deincógnito" en los comentarios, la formación de las personas que vayan a gestionar el SGSI sobre esta disciplina de la seguridad de la información es esencial. Dificilmente se puede gestionar "algo" sobre lo que se desconoce su funcionamiento, conceptos y criterios. Además de esta formación de las personas que operan el SGSI, es necesario que los actores principales de la protección, los usuarios del sistema estén entrenados para que la protección sea una cosa de todos.


Dicho esto, voy a tratar de identificar los sintomas principales de un "SGSI virtual".

  • Los objetivos de seguridad no son proporcionados por la Dirección: Nadie sabe mejor lo que se juega que quién es dueño del negocio. Por tanto, de cara a establecer los objetivos, deben surgir de dentro para solucionar los potenciales problemas que más daño podrían producir a la organización que se quiere certificar. Las consultoras en estos aspectos podemos asesorar pero no decidir. No es lo mismo plantear opciones en relación a objetivos en forma de propuestas que deben seleccionarse que darlos por escrito como si fueran ya decisiones definitivas.

  • La metodología de análisis y gestión del riesgo no se entiende por parte de la Organización: Esta situación es un auténtico cáncer para un SGSI. Esta fase es el corazón del SGSI dado que es donde se realiza el diagnóstico de situación. Un mal diagnóstico implica un mal tratamiento y unos malos resultados. Por eso es importante que este proceso sea realizado por parte de profesionales adecuadamente formados y con criterio y conocimientos de "seguridad de la información". Es la barrera de entrada que existe para profesionales dedicados actualmente a otras certificaciones de sistemas de gestión y que algunos no parecen percibir. Ponerse a realizar un plan de tratamientos de riesgos sin haber leido al menos la norma ISO 27002 me parece muy osado y sobre todo, poco profesional pero allá cada organización en relación a las manos en las que quiera ponerse.
    Por otro lado, la dinámica utilizada por la Organización para ir realizando el diagnóstico de sus deficiencias y necesidades debe ser sencilla de gestionar por parte de la Organización y en la medida de lo posible, para estas tareas deben ser autónomos. Es cierto que en el inicio de todo proyecto de construcción de un SGSI muchas empresas se ven sobrepasadas dado que son muchos conceptos específicos sobre esta materia. Pero cuando el SGSI empieza a funcionar y da su primera vuelta, la Organización debe poder seguir con el ciclo de mejora continua y debe afrontar la primera revisión del análisis de riesgos con suficientes armas como para poder ajustar todos aquellos matices y aspectos que fallaran o pasaran ignorados en la primera fase. En este sentido, también detecto una peligrosa tendencia que ya he comentado alguna vez. Hay consultoras que no entienden la verdadera importancia del análisis y gestión del riesgo y se lanzan a inventar su propia metodología. No critico que esto se haga, pero si alguien se lanza, que lo haga bien. ¿Qué significa? Al menos la metodología debe cumplir con los puntos especificados por la norma 27001 y debe generar resultados razonables y repetibles. Para ello por suerte, ya disponemos de ISO 27005 que deja asentados ciertos conceptos base que toda metodología debe contemplar. Como organización, para plantearse si la metodología es buena o no el mejor diagnóstico es seleccionar un control y preguntarse por qué es necesario. Algo como esto qué hago qué sentido tiene. Si la metodología es robusta, debe identificar esa medida dónde debe aplicarse, en base a qué tengo que hacerla (gestiona un riesgo, satisface un requisito legal o es un objetivo de negocio), en qué situación se encuentra y a qué situación debo acabar llevándola, y por último, cómo valoro que está funcionando y ayuda al cumplimiento de los objetivos del SGSI.

  • No existen tareas de seguridad: Esto de la certificación 27001 y disponer de la medalla de la seguridad es muy bonito pero el premio hay que sudarlo. Otro síntoma de un SGSI virtual es que no se definen las tareas que por seguridad deben ir realizándose a diario para evitar, detectar o remediar las incidencias que se van produciendo. Antes ya dije que la estrategia de la norma es siempre que sea posible la prevención o detección temprana. Para ello, es necesario que existan ciertas rutinas que proporcionen datos que sirvan para valorar nuestra situación, sensores o termómetros que nos avisen de cómo están funcionando nuestros sistemas de información y de cuándo pueden estar produciéndose situaciones potencialmente peligrosas. Esto obedece a la famosa frase de Lord Kelvin "si no puedes medirlo, no puedes mejorarlo" para la que Google ahora tiene un nuevo enunciado "Si puedes medirlo, puedes mejorarlo".La seguridad se debe basar fundamentalmente en la monitorización constante. Como toda área de control, es necesario vigilar que las cosas están en orden. Para ello, los mecanismos de seguridad deben servir para detectar, prevenir o predecir potenciales peligros de manera que podamos estar reaccionando al posible incidente antes de que este ocurra. Con esta filosofía de trabajo o bien somos capaces de hacer que la amenaza no nos afecte o bien disminuimos mucho su daño si la reacción arranca de forma muy temprana. No es necesario caer dos veces en la misma piedra para saber que si hay un obstáculo y no lo esquivamos, podemos caer. Por tanto, el SGSI se fundamenta en un despliegue de termómetros de seguridad distribuidos por toda la organización de manera que cuando se superan ciertos niveles salten alarmas que nos pongan manos a la obra a trabajar. Es todo lo contrario de lo que se venía haciendo hasta ahora en seguridad: apagar fuegos.

  • Los indicadores de seguridad son irrelevantes: La medición debe servir para cuestionarnos continuamente en base a logs, datos y registros si las medidas de seguridad están funcionando bien. Hemos visto que es esencial establecer unos objetivos relevantes para la seguridad de la organización. Pues igual de crítico es establecer un buen conjunto de indicadores que sirvan para evidenciar que las cosas funcionan y podemos dormir tranquilos. Esta información, desde la perspectiva de la gestión, es la más crítica dado que es la base de la retroalimentación del sistema, los datos que se utilizan para hacer ajustes. Por tanto, debemos disponer de sensores de diferente naturaleza y con diferentes objetivos: medir la evolución de la ejecución del plan, valorar el rendimiento y funcionamiento de las medidas de seguridad, vigilar el entorno por si se vuelve más ostil y es necesario modificar la valoración de las amenazas, etc. Cuando se audita, al revisar el análisis de riesgos, mirar qué objetivos tiene el SGSI y en qué indicadores se basa ya te puedes hacer una idea de si tienes delante un SGSI real o virtual. ¿Por qué? Muy sencillo, si la información utilizada por las actividades de gestión es mala, la propia gestión es mala. Si las decisiones no están enfocando los verdaderos problemas y no se está vigilando lo que es importante, el ciclo PDCA da vueltas pero no aporta valor a la Organización. Tener un SGSI dando vueltas de mejora continua produce beneficios pero si quien tiene el timón del barco no sabe dónde tiene que ir, dificilmente podrá lograr llegar a puerto. Serán las incidencias que se vayan registrando las que nos pongan de manifiesto estos hechos pero de nuevo se reacciona en base a fallos, y esa no es la idea principal.



Toda esta reflexión sólo tiene un motivo que es hacer ver que tener una organización certificada bajo ISO 27001 no va a servir de nada si no creemos en la necesidad de gestionar bien la seguridad de la información. Cuando uno se certifica en ISO 9001, se esfuerza por lograr la "calidad de sus servicios/productos". De no lograrlo es posible que la satisfacción del cliente no mejore y los resultados de la empresa no crezcan. Estas situaciones se controlan puesto que las cifras de resultados se vigilan continuamente de forma que cualquier fallo en la "calidad" puede ser identificado y se pueden realizar rápidamente ajustes.

Pues cuando uno se certifica en ISO 27001 se esfuerza por lograr la "seguridad de la información" de sus procesos productivos. De no lograrlo puede suceder que se presente una amenaza importante y que la organización no supere el incidente, y por tanto, la empresa no sobreviva. La seguridad sólo es vigilada por el SGSI de forma que no hay una segunda oportunidad para hacerlo bien. Si el incidente se presenta y falla por ejemplo el plan de continuidad de negocio, podremos tener unos magníficos procedimientos que no servían para nada y lucir nuestro maravilloso "sello 27001" pero la información de la empresa habrá desaparecido para siempre.
El hombre es un animal inteligente que no debe caer dos veces en la misma piedra. Debería ser suficiente con aprender de los demás pero no tener que sufrirlo en las propias carnes para reaccionar.

Cuando trabajaba en Madrid, hice varios cursos de Microsoft y seguridad en la Torre Windsor. Era un edificio gigante con 8 ascensores que se llenaban hasta arriba en las horas puntas. Me pregunto de las más de trescientas empresas cuantas superaron aquel incidente. Al menos he podido encontrar dos que si hicieron bien los deberes pero ¿2 de 200 es un buen ratio?.
Dada la edad de este blog, aquellos acontecimentos fueron ya comentados en su momento y las reflexiones sobre lo que ocurrió, lo que se perdió, los que hicieron bien las cosas y lo que debería hacerse ya han sido publicados.

9/2/09

Diez años de seguridad de la información

Tal día como hoy, mi director de proyecto de fin de carrera me ofrecía participar en un proyecto piloto de la Universidad relacionado con el "Análisis de los riesgos de seguridad de la Información" para la Dirección General de Informática de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Aquella oferta de trabajo era mi primera actividad profesional tras la finalización de la carrera y me puso entre las manos la versión 1.0 de MAGERIT junto con el software desarrollado por Sema Group para dar soporte a la metodología. El año 1999 fue, en temas de seguridad, bastante movidito. Todo el mundo iba como loco con las pruebas para superar el año 2000. Algunas aplicaciones de gestión económica empezaban la migración hacia el Euro. Además, en verano de ese año se publica el R.D. 994/1999 con las medidas de seguridad para los sistemas automatizados de tratamiento de datos de carácter personal.
Aunque este post no pretende ser un resumen de batallas de un abuelo cebolletas, recuerdo que las primeras referencias por aquel entonces en "gestión de la seguridad" venían establecidas por las Guias NIST y los libros conocidos como Rainbow Series de la NSA, en concreto el famoso libro naranja.

En aquel momento, los criterios de seguridad de la información americanos eran la referencia aunque ya empezaba a ser famosa la norma BS-7799 con las buenas prácticas para la gestión de la seguridad de la información.
Recuerdo que había dos visiones enfrentadas donde por un lado, los americanos establecían sus criterios propios para todo lo suyo y por otro, se hablaba de gestión de la seguridad de la información en base al cumplimiento de buenas prácticas. Este mismo choque de enfoques se producía en los criterios de certificación de productos de seguridad, donde los americanos defendían los TCSEC y los europeos los criterios ITSEC. Finalmente ambos criterios acabaron unificados bajo los "Common Criteria" o ISO 15408.

Al finalizar el proyecto con Magerit no tuve más opción que desplazarme a Madrid para seguir currando con esa nueva y apasionante disciplina conocida como "análisis de riesgos de la seguridad de la información". Por suerte, tuve la oportunidad de entrar en la empresa Innosec, una empresa dedicada a seguridad informática donde Gustavo San Felipe, hoy CISO de Acens apostó por un profesional con experiencia en análisis de riesgos dado que eso del diseño de la seguridad basado en el análisis de riesgos lo veía como algo esencial en el futuro. Era la época de la venta masiva de firewalls, de los primeros antivirus perimetrales y del inicio de las redes privadas virtuales. Y en medio de tanto cacharro estaba yo por allí purulando y dando el follón respecto a lo importante que era escribir políticas de seguridad y el cumplimiento de la LOPD. Fruto de aquella época son dos artículos en la revista SIC sobre "análisis de riesgos" e ISO 15408.
Posteriormente Innosec fue adquirida por el Grupo Satec y pasé a formar parte del departamento de seguridad. Allí más de lo mismo. Empresa muy tecnológica que vendía tanto productos como instalación y configuración de equipamiento de seguridad pero que me tenía como recurso dedicado a los temas burocráticos de la seguridad, el papeleo inutil que eran las políticas, normas y procedimientos. Recuerdo intensamente las discusiones en las comidas sobre la importancia del análisis de riesgos para el diseño de las necesidades de seguridad aunque era un entorno muy técnico que no podía entender como podía haber cosas más importantes que un buen firewall o antivirus. Incluso muchas veces cuando me ponía radical y comentaba que algún día las empresas se certificarían en seguridad igual que se hacía para la calidad con ISO 9000, me veían como el freaky de las políticas y normas de seguridad que nunca sirven para nada.
De aquella época, muy a mi pesar, me llevé puestas también algunas certificaciones de producto (CCSA de CheckPoint, TSCE de TrendMicro, MCP de Microsoft). Todo esto transcurrió entre el año 2000 a 2004. En materia de gestión de la seguridad de la información, ya estaba publicada ISO 17799:2000 y era una verdadera referencia respecto a qué era necesario considerar cuando se hablaba de "gestión de la seguridad de la información". Una vez cansado de hacer ofertas sobre diseño de políticas de seguridad y análisis de riesgos y tras finalizar un proyecto de diagnóstico del cumplimiento de la LOPD para un servicio de salud de una comunidad autónoma, decido que tenía que ejercer y bajar a la arena de los proyectos concretos relacionados con lo mio (gestión de la seguridad de la información) y un compañero de curso de seguridad me ofrece la oportunidad de dar un paso hacia Murcia y me bajo a Almería a trabajar para una empresa de servicios de una Entidad Financiera que tenía también un área de consultoría de seguridad de la información. El primer trabajo en esta nueva empresa consistió en la realización de un análisis diferencial contra ISO 17799:2000 y el desarrollo de una política corporativa de seguridad que sirviera de marco normativo para un conjunto de normas y procedimientos concretos. En esta empresa también tuve que currar bastante en materia de LOPD dado que la parte de medidas de seguridad intentábamos cubrirla como actividades integradas dentro de ISO 17799:2000 de la época. También, casi al final de esta época, se publica UNE 71502:2004 y me toca entrar ya de lleno en los sistemas de gestión de la seguridad de la información. Estuve impartiendo un cursos sobre UNE 71502 y la importancia de esto que ahora se podía certificar y que era la "gestión de la seguridad de la información". Todo esto transcurrió entre el año 2004 a comienzos del 2007. La verdad es que la publicación de ISO 27001:2005 nos pilló por sorpresa a todos, incluido AENOR. Se hablaba de una futura norma internacional certificable pero lo que en aquel momento se conocía es que cada país trabajaría con su propia norma dentro de su esquema interno de certificación para posteriormente hacer una norma común e internacional certificable. BS tenía su 17799-2, Aenor su UNE 71502 y otros países las suyas. Sin embargo, en 2005 se publica ISO 27001 que deja claro que debido a la importancia y las necesidades de normativa en esta materia, la norma internacional no podía esperar al 2008 que era para cuando se esperaba. Esto en España ha tenido como consecuencia los guisaguisados de los certificados UNE 71502 e ISO 27001 conviviendo un tiempo, hasta que se ha elaborado ya la UNE-ISO/IEC 27001:2007.

Finalmente (la historia ya está acabando), a mediados del 2006 me vuelvo a casa a trabajar en la consultora Firma, Proyectos y Formación S. L. dedicada en aquel momento a "protección de datos" que con mi incorporación, abre el área de "seguridad de la información". Y desde entonces hasta ahora, todos los proyectos han estado relacionados o bien con partes de un SGSI (sobre todo el análisis de riesgos, estudios diferenciales ISO 27002 o el desarrollo de marcos normativos de seguridad de la información) o bien con la construcción e implantación de SGSI, siendo actualmente la referencia más importante la lograda hace un par de años por la Consejería de Agricultura de la Región de Murcia, primera Administración Pública que logró una certificación acreditada bajo esquema UKAS.

Espero que este breve repaso a estos diez años de trayectoria profesional hayan servido para pintar unas breves trazas de cómo ha ido evolucionando esto de la "gestión de la seguridad de la información" hasta alcanzar ya su cuota de relevancia dentro de las organizaciones.

Solo espero y deseo que el ansia y la motivación que supone "certificarse bajo ISO 27001" no acabe prostituyendo a la propia seguridad de la información. Montar la documentación necesaria para establecer un sistema de gestión de lo que sea es fácil (Sólo son necesarios los procedimientos generales que establece todo SG) pero gestionar un SGSI requiere de conocimientos de seguridad de la información (si no sabes de aquello que quieres gestionar, dificilmente podrás controlarlo). En próximos días escribiré un post sobre "SGSI enfermos desde el diseño" que extracta unas primeras impresiones/conclusiones basadas en mis experiencias de estas últimas semanas auditando como auditor interno a varias empresas que han montado su propio SGSI. Mis impresiones no son buenas aunque aquí la principal responsabilidad la tienen las entidades de certificación respecto a su criterio para otorgar o no una certificación. Yo, como auditor/consultor percibo que las nuevas versiones de ISO 27001:2005 tienen que establecer de forma más contundente requisitos formales respecto a:
  • Criterios para que una metodología de análisis de riesgos sea correcta, fiable y completa.

  • Unos mínimos criterios sobre la gestión de la eficacia que hay que hacer para conocer qué y cuanto hay que medir.

  • Una nueva versión de la ISO 27002:2005 que incorpore nuevos objetivos de control y aglutine o agrupe controles dado que hay áreas que tienen relativamente pocos controles y otras que disponen de demasiados.


Por lo que estoy encontrándome al auditar, las cosas más comunes son:
  • Metodologías de análisis de riesgos que suponen lo mismo que sacar el dedo y decidir al azar los principales problemas de seguridad.

  • SGSI sin objetivos de seguridad o con unos indicadores que no sirven para nada para evaluar el cumplimiento de objetivos

  • Hacer el análisis de riesgos de forma exhaustiva y detallada pero no volverlo a mirar más ni siquiera para elaborar el plan de tratamiento de riesgos


Y estoy seguro que luego muchas empresas lucirán con esplendor su magnífico sello "ISO 27001". De todas formas, aquí creo que es tonto autoengañarse y que el tiempo podrá a todo el mundo en su sitio. Quien gestione bien la seguridad evitará o detectará incidentes y no tendrá problemas reales con impactos reales. Aquellos que tengan un SG-SGSI (un sistema de gestión para engañar al sistema de gestión de la seguridad de la información) tendrá unos indicadores preciosos, unos procedimentos cojonudos pero andarán todo el día apagando fuegos y perdiendo datos, cuando no siendo multados por incumplir la LOPD. En este segundo caso, el sello no servirá para nada, dado que los incidentes seguirán produciéndose de igual manera y por tanto, no se beneficiarán de lo que supone una verdadera "gestión de la seguridad de la información". No saldrán de la cultura apagafuegos que tradicionalmente venía utilizándose en esta materia y para la que el SGSI se supone que es el mejor antídoto.

14/1/09

¿Funcionan los analisis de riesgos?

Interesantes reflexiones de Joseba Enjuto sobre la problemática del "análisis y gestión del riesgo en materia de seguridad de la información".
Ni una sola coma tiene desperdicio. También es muy interesante el artículo inicial que genera su reflexión.
Más información en Seguridad y Gestión: ¿Funcionan los análisis de riesgos?

Esto va muy en la línea de un próximo post que se plantea el por qué hacemos las cosas, en materia de seguridad.